Día 1
El Sonisphere abrió sus puertas el viernes a las 18:00 de la tarde con un sestero que caía sobre nosotros de aúpa. No se quienes tocaban los primeros pero sus seguidores eran fieles de verdad, vamos de los que no se arrugan, de los que están ahí llueva, truene o aunque el sol amenace con derretirlos.
Bueno la verdad que yo hasta que llego el concierto de Slash no me enteré muy bien de todo lo que pasaba a mi alrededor. Debieron de ser las pastillas para el mareo que me tomé en Murcia para no marearme de camino a Madrid o el sol que me nubló la cabeza. Lo cierto y verdad es que si recuerdo el grupo que toco antes que Slash era una tia la que cantaba por lo menos eso parecía, y su voz... Bueno si yo tengo una novia y me habla con esa voz echo a correr y no me ve el pelo más.
Cuando por fin fui consciente de dónde estaba y a qué había venido, la guitarra de Slash traspaso mis sentidos al escuchar los primeros acordes de Ghost o cómo más me gusta a mi llamarla “In your soul rock’n’roll”. Sólo fue el aperitivo de hora y media de concierto. En el que mezclaron canciones de los Guns&Roses, de Revolver y del último disco de Slash en solitario. También me impresionó la voz del cantante Myles Kennedy, que se amoldaba a la perfección con la guitarra de su “jefe”. En canciones como Civil War, Paradise City, Sweet Child O’Mine, y si mi memoria no me falla esas son las que tocaron de los Guns&Roses, estuvo más que sobresaliente recordándome a la voz de Alex Roses en sus mejores tiempos.Tocaron Slither (Velvet Revolver).En cada canción un solo de guitarra, en cada nota los pelos de punta. Creo recordar que se despidieron con la canción “Nothing to say” y me vino muy bien porque yo tampoco tenía nada que decir, me dejaron sin palabras.
Bueno la verdad que yo hasta que llego el concierto de Slash no me enteré muy bien de todo lo que pasaba a mi alrededor. Debieron de ser las pastillas para el mareo que me tomé en Murcia para no marearme de camino a Madrid o el sol que me nubló la cabeza. Lo cierto y verdad es que si recuerdo el grupo que toco antes que Slash era una tia la que cantaba por lo menos eso parecía, y su voz... Bueno si yo tengo una novia y me habla con esa voz echo a correr y no me ve el pelo más.
Cuando por fin fui consciente de dónde estaba y a qué había venido, la guitarra de Slash traspaso mis sentidos al escuchar los primeros acordes de Ghost o cómo más me gusta a mi llamarla “In your soul rock’n’roll”. Sólo fue el aperitivo de hora y media de concierto. En el que mezclaron canciones de los Guns&Roses, de Revolver y del último disco de Slash en solitario. También me impresionó la voz del cantante Myles Kennedy, que se amoldaba a la perfección con la guitarra de su “jefe”. En canciones como Civil War, Paradise City, Sweet Child O’Mine, y si mi memoria no me falla esas son las que tocaron de los Guns&Roses, estuvo más que sobresaliente recordándome a la voz de Alex Roses en sus mejores tiempos.Tocaron Slither (Velvet Revolver).En cada canción un solo de guitarra, en cada nota los pelos de punta. Creo recordar que se despidieron con la canción “Nothing to say” y me vino muy bien porque yo tampoco tenía nada que decir, me dejaron sin palabras.
Día 2
El sábado a los señores del Festival no se lo ocurrió otra cosa mejor que empezar con los conciertos a las 16:00 horas. Es decir a las 4 de la tarde, es decir en plena siesta. Eso es lo de menos, el sol de justicia que pegaba en Getafe era de cuidao. Bueno en el campamento se estaba muy a gusto y cómo mi propósito era ver a los IRON MAIDEN pa’que vamos a ir, ir pa’na es tontería. El efecto de los tranquilizantes para los mareos del día anterior ya se me había pasado, pero no sé que extraño bicho me pico que me dejo k.o. durante buena parte del día y la noche. ahh!! y menuda panza de andar que te pegabas del campamento al recinto de conciertos era de cuidao, debieron de pensar que a los conciertos va gente sana y deportista, por Dios que habían 2km por lo menos andando, lo malo no era ir, era volver.
Como teloneros de los IRON MAIDEN vimos a las 7 de la tarde a los Street Fighter que fue lo primero que entendí (Dream Theater) no estaban mal, tocaban y tal. Y como teloneros de éstos vimos a las 6 de la tarde a un grupo raro (Apocalyptica) tocaban con tres violonchelos o chelos o contrabajos, yo que sé. Pero la verdad que lo hacían muy bien fue algo diferente, me gustaron.
La hora de la verdad llego con el crepúsculo del sol, eran las 9:15 de la noche y las guitarras de los Maiden se mezclaron con el rugir de los miles de seguidores de la mítica banda inglesa, que hervían por fuera y por dentro. No me preguntéis por qué canción comenzaron, porque no es que no me acuerde, es que yo me hice fan en éste concierto de ellos. La cuestión es que dieron un recital de música como hacen los grandes, el cantante Bruce Dickinson no para de moverse por todo el escenario de aquí para allá, de arriba abajo, interpretando cada canción con un sentimiento que podías adivinar lo que estaba cantando, en fin un espectáculo. Para ser un concierto dentro de un festival los Maiden no escatimaron en el escenario, aparte de montar el escenario como si fuera una base militar del futuro, al fondo del escenario desplegaron un enorme mural con cada canción que cantaba que iba relacionada con dicha canción. Así cuando desplegaron el mural gigante de una momia/calavera vistiendo la casaca roja del ejercito imperial británico y portando la bandera del Reino Unido, el clamor de la gente se hizo sentir en toda la explanada, todos sabían que tocaba The Trooper, lo mismo paso cuando vimos un barco que iba a ser deborado por una ola gigante Ghost of the Navigator. El silencio se hizo cuando apareció la cabeza gigante de un demonio verde y estalló en un júbilo de gritos cuando entonaron los acordes de Fear of the dark. Fueron los únicos en todo el festival que volvieron una vez terminado su tiempo, para deleitarnos con su Hallowed Be Thy Name con el que pusieron fin a un concierto memorable. Una vez acabado el concierto no recuerdo nada de que pasó aquella noche. Me desperté al día siguiente en mi tienda.
Como teloneros de los IRON MAIDEN vimos a las 7 de la tarde a los Street Fighter que fue lo primero que entendí (Dream Theater) no estaban mal, tocaban y tal. Y como teloneros de éstos vimos a las 6 de la tarde a un grupo raro (Apocalyptica) tocaban con tres violonchelos o chelos o contrabajos, yo que sé. Pero la verdad que lo hacían muy bien fue algo diferente, me gustaron.
La hora de la verdad llego con el crepúsculo del sol, eran las 9:15 de la noche y las guitarras de los Maiden se mezclaron con el rugir de los miles de seguidores de la mítica banda inglesa, que hervían por fuera y por dentro. No me preguntéis por qué canción comenzaron, porque no es que no me acuerde, es que yo me hice fan en éste concierto de ellos. La cuestión es que dieron un recital de música como hacen los grandes, el cantante Bruce Dickinson no para de moverse por todo el escenario de aquí para allá, de arriba abajo, interpretando cada canción con un sentimiento que podías adivinar lo que estaba cantando, en fin un espectáculo. Para ser un concierto dentro de un festival los Maiden no escatimaron en el escenario, aparte de montar el escenario como si fuera una base militar del futuro, al fondo del escenario desplegaron un enorme mural con cada canción que cantaba que iba relacionada con dicha canción. Así cuando desplegaron el mural gigante de una momia/calavera vistiendo la casaca roja del ejercito imperial británico y portando la bandera del Reino Unido, el clamor de la gente se hizo sentir en toda la explanada, todos sabían que tocaba The Trooper, lo mismo paso cuando vimos un barco que iba a ser deborado por una ola gigante Ghost of the Navigator. El silencio se hizo cuando apareció la cabeza gigante de un demonio verde y estalló en un júbilo de gritos cuando entonaron los acordes de Fear of the dark. Fueron los únicos en todo el festival que volvieron una vez terminado su tiempo, para deleitarnos con su Hallowed Be Thy Name con el que pusieron fin a un concierto memorable. Una vez acabado el concierto no recuerdo nada de que pasó aquella noche. Me desperté al día siguiente en mi tienda.